Las cerdas gestantes con dietas restringidas tienen hambre. En los pastos, también existe el riesgo de que dañen el pasto por su alta actividad de enraizamiento. Los nabos forrajeros (Barkant Brassica Turnip) en los pastos tienen un gran potencial para servir como alimento complementario y enriquecimiento del comportamiento de las cerdas gestantes.
Solución
Las cerdas en gestación alimentadas con el 60 o el 100% de su dieta comercial tuvieron acceso a pastos con nabos forrajeros establecidos (Figura 1). El estudio tuvo como objetivo evaluar la viabilidad del establecimiento de nabos y su potencial como recurso nutritivo y enriquecimiento del comportamiento de las cerdas.
Descripción
Al establecer nabos, las cerdas recibirán material de alimentación, por lo que los nabos pueden servir como fuente de nutrientes y como enriquecimiento conductual. Además, esto puede reducir el daño a los pastos causado por un enraizamiento excesivo.
• Las cerdas consumieron muy bien nabos, raíces y hojas forrajeras y las cerdas gestantes tenían hambre incluso con una proporción de alimento comercial del 100% (Figura 2).
• El consumo de nabos forrajeros fue de alrededor de 1,1 kg de materia seca por cerda y día, correspondiente a 11,2 MJ NE/cerda y día.
• El mal establecimiento de los nabos forrajeros resultó en muy poca energía para las cerdas alimentadas de forma restrictiva. Tuvieron que utilizar sus propias reservas corporales y perdieron condición corporal y peso (Figuras 3 y 4).
• El número medio de lechones destetados fue muy bajo (8,4 y 8,5 lechones/cerda) tanto en el grupo de tratamiento como en el de control. Probablemente esto se debió a un incendio en una unidad cercana, lo que estresó mucho a las cerdas.
• Para aumentar el rendimiento de los nabos forrajeros, se pueden sembrar en combinación con, p.e. trébol blanco.
• Una sembradora con una separación doble (por ejemplo, 25 cm) podría reducir la presión de las malas hierbas.
• En teoría, se podría sustituir hasta un 40% menos de ración de pienso por nabos forrajeros. Sin embargo, es necesario que haya suficientes nabos forrajeros en el campo para no correr el riesgo de tener una mala condición corporal de las cerdas y pérdidas de peso durante la gestación y después del parto.
• Los nabos forrajeros pueden servir como enriquecimiento del comportamiento de las cerdas alimentadas de manera restrictiva y tienen el potencial de reducir el uso acumulado de la tierra al reducir la actividad de enraizamiento.
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