La producción sostenible de cultivos depende del mantenimiento y mejora de la calidad y fertilidad del suelo, que a su vez dependen de la materia orgánica del suelo y de su impacto en sus propiedades químicas, biológicas y físicas. La materia orgánica es la fuente de vida de la inmensa variedad de microbios y fauna del suelo que hacen que los nutrientes estén disponibles y construyen la estructura del suelo. Por lo tanto, las rotaciones de cultivos deben incluir siempre una fase que permita la acumulación de materia orgánica en el suelo, es decir, mediante la incorporación de lías perennes de trébol de pasto o cultivos intermedios durante el otoño y el invierno. Para proteger la vida del suelo, la aportación de nutrientes a través del estiércol, los residuos de los cultivos u otros fertilizantes debe ser equilibrada. Por la misma razón, debe evitarse la compactación con maquinaria pesada.

En esta página, usted puede encontrar herramientas y recursos que le ayudarán a mejorar la calidad y fertilidad del suelo, y puede discutir el tema con otros.